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Tras las elecciones del 24 M, solo cabe un viraje a lo social y lo cívico, según el CERMI
La jornada electoral ha estado lejos de ser accesible para las personas con discapacidad
25/05/2015
A juicio del CERMI, el mensaje de las elecciones del 24 de mayo es claro, lo social, lo que afecta directamente a la ciudadanía, a su día a día, a su dignidad y a sus derechos, y a la calidad de vida democrática y a la decencia pública, es lo más valorado. Esto es lo que subyace en las tendencias de voto, dar relevancia a lo social, como un todo que incluye bienestar y democracia efectiva y participación activa de la ciudadanía.
Los partidos, los gobiernos locales y autonómicos que surjan de las elecciones del 24 de mayo, en los que el diálogo y el acuerdo serán esenciales, han de asumir esta dimensión social y cívica, si no lo hacen fracasarán y no habrán entendido las demandas de los votantes. En esa dimensión social y cívica, están las personas con discapacidad y sus familias, sus demandas, sus necesidades, sus derechos humanos, su aportación a la vida en común, su corresponsabilidad en la mejora colectiva. Que entiendan esto, que ya es un clamor.
Accesibilidad de la jornada electoral
La jornada electoral del 24 de mayo ha estado lejos de ser accesible para las personas con discapacidad. Aparte del problema estructural de que 80.000 personas con discapacidad siguen privadas del derecho de voto, y por tanto, no lo han podido ejercer, otras muchas exclusiones y discriminaciones se han producido. Sigue sin resolverse el voto secreto para personas con discapacidad visual en las elecciones locales, donde no está extendido el voto braille, como sí sucede en las elecciones generales, autonómicas y europeas.
Hemos detectado también locales electorales (colegios), sin accesibilidad, a pesar de que la legislación obliga a que todos los colegios lo sean, lo que ha llevado al expediente humillante de tener que sacar las urnas a la calle para que determinadas personas con discapacidad puedan votar. En Madrid, y en Murcia, hay datos de estas situaciones. Otras anomalías se han debido a las interpretaciones erradas de algunas Juntas Electorales, que desconociendo la legislación electoral, han impedido a personas con discapacidad visual –en Pamplona y Barcelona, por ejemplo- ser miembros de mesas electorales, cuando la normativa los ampara.
Con el transporte accesible para votantes con problemas de movilidad, han existido dificultades, porque algunas administraciones no han provisto este servicio, que ha de ser gratuito. Hay más infracciones de la accesibilidad electoral, pero estas han sido las más extendidas. No podemos decir que el proceso electoral de ayer haya sido inclusivo, ni mucho menos”.